miércoles, 13 de abril de 2011

ENSAYO HISTORICO CULTURAL "ANTECEDENTES Y ORIGEN DEL PORRO PELAYERO"

ANTECEDENTES Y ORIGEN DEL PORRO PELAYERO


POR: Magister JESUS PATERNINA NOBLE


INTRODUCCION

DESARROLLO:

1. PRIMERA ETAPA (1780-1900)

MIGRACIONES SABANERAS. El colono inmigrante trabajador de la tierra, intérprete y productor de ritmos musicales

2. SEGUNDA ETAPA (1900-1977)
Nacimiento, difusión y comercialización de las bandas de músicos y del porro Pelayero

CONCLUSION

Barranquilla, mayo 16 2009
Publicado por jesus paternina noble

INTRODUCCION
El presente trabajo tiene como intención expresar de una forma sencilla y clara los verdaderos hechos que una vez contaron sus protagonistas sobre los orígenes del porro y de las bandas de músicos de San Pelayo.

A través de todo el desarrollo de las historias sobre esa gran gesta musical, se ha escrito mucho, pero algunos de ellos han estado alejados de la realidad.

Pretendo dejar como constancia de la mejor forma posible, la narración de los hechos del desarrollo histórico cultural de la música en San Pelayo, tomando como base los documentos y hechos contados por sus protagonistas y personas allegadas a ellos. Tardé en escribir esto porque creí, que no se iba a usurpar o plagiar la autoría de unos porros vernáculos y que son patrimonio de todo un pueblo. Esto así visto como lo hago, pretende de una vez por todas, aclarar a través de la argumentación y los hechos históricos que casi todo lo que se ha escrito hasta ahora, por algunas personas ha sido tergiversado y visto según el interés del escritor o investigador.

Esa usurpación todavía se sigue vociferando como algo real por algunas personas o “investigadores” que se creen dueños de la verdad, y no han utilizado la duda y la prudencia que era lo más indicado y que es propio de los sabios.

No podemos olvidar que, la historia como construcción del hombre, puede ser vista desde muchas perspectivas, esto según los intereses y propósitos del historiador. En la construcción de las ciencias sociales (un hecho histórico cualquiera) las verdades no tienen dueño, son susceptibles de discusión y por ello, cada juicio emitido, se debe valorar según la fuente original o no, esto es, valorar en su justo medio.

Es por ello que queremos demostrar, que fue a través de ese proceso de creación colectiva de la música en San Pelayo, como se fue creando el porro y las bandas de música. Pero, ese proceso de creación colectiva, tuvo su dinamizador que fué el que le dio vida a la creación de los porros. Era el de la idea creativa y al cual los demás le seguían: ese fué el Primo Paternina. El porro no nació como algo predeterminado, algo planificado, ello nació como la creación del alma y la inspiración bucólica del trabajador campesino o comerciante que alternaba la diversión con el trabajo o el trabajo con la diversión.

Considero este documento importante, porque aporta nuevas ideas, hechos y comentarios que de alguna manera van a contribuir, y mirado desde una postura critica, con el desarrollo del proceso de socialización sobre las distintas ópticas o puntos de vista de esa gran gesta ocurrida en San Pelayo y que hoy es patrimonio de todos sus habitantes y de Colombia en general.

Se analiza aquí el proceso del desarrollo histórico del porro y las bandas de música partiendo de dos etapas o periodos: El primero desde finales del sigo XVIII y siglo XIX. Aquí se analizan las migraciones de los colonos sabaneros de Bolívar a las tierras del Valle del río Sinu, y la segunda etapa desde 1900 hasta 1977, en que nace el festival del porro Pelayero emprendiendo con ello, una nueva etapa de las bandas de música y del porro. En esta etapa tiene nacimiento la primera banda de músicos y del porro Pelayero. También se da la comercialización y difusión de la música y de las bandas, al igual que el plagio de algunos porros.

Este trabajo se presenta lo mas objetivo posible, porque pretendo con ello, ser consecuente con la gesta de esos grandes juglares de la música Pelayera; y que hoy por hoy, son olvidados y tratados como unos pintamonas más del montón, y le atribuyen a otros autorías o hechos que no se merecen.
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PRIMERA ETAPA. Finales del siglo XVIII y siglo XIX (1780 -1900)
Migraciones Sabaneras. El colono inmigrante trabajador de la tierra y comerciante, intérprete y productor de ritmos musicales...

Sobre esta primera etapa, partimos del proceso migratorio de las sabanas del Bolívar Grande, hacia las ubérrimas tierras del valle del Río Sinú. Establecieron caseríos con casas de barros y techos de palma amarga.que abundaban en estas tierras. “Esos campesinos e indios inmigrantes, lograron establecerse de manera independiente como colonos, tumbando montes y quemando a lo largo de Ríos y Arroyos… Otros fundaron pueblos como Puerto Escondido, quien funcionaba como República independiente”, con liderazgo propio y plena autonomía, lo cual puso en aprieto a las autoridades Cartageneras.” Estas migraciones concuerdan con la fundación de San Pelayo, hacia el año de 1.772 por Antonio De La Torre y Miranda. Podríamos afirmar que este oleaje migratorio fué uno de los primeros de ascendencia española, que dieron origen a los futuros pobladores de San Pelayo.

De ese gran auge migratorio llegan al pueblo de San Pelayo, la estirpe de los Paternina y con ella, la riqueza musical de la Gaita, la tambora, el Bombo y otros instrumentos musicales y la fuerza laboral del comerciante y del campesino trabajador de la tierra. Aquí aparece el famoso gaitero LEONIDAS PATERNINA MARTINEZ. Los Paternina vinieron en una ola migratoria colonizadora durante el siglo XVIII de España. Estos se establecieron en Cartagena y las sabanas de Sucre.

Es bueno anotar aquí como un hecho histórico, el siguiente episodio que tiene que ver con la Campaña emancipadora del pueblo, después del grito de independencia de Cartagena…” El comandante Español Manuel Cortes y Campomanes, encontró apoyo en Corozal para los realistas, ocupó las Sabanas con 750 hombres y avanzó sobre Sincelejo, cuyos habitantes se habían jugado, naturalmente por la independencia. Aquí el 15 de diciembre de 1812, Cortés y Campomanes, ordenó decapitar a los mártires Escolástico Arriaga, Evangelista Paternina, José María Martínez,…y otros héroes olvidados que deben recuperarse para la historia del pueblo...” .

Las migraciones hacia el Sinú, de pequeños y medianos comerciantes y agricultores, en su mayoría de origen blanco,y que ocuparon las riberas del río Sinú,como: Carrillo, San Pelayo, Lorica,Cotorra y Sabana Nueva entre otros pueblos,, tuvo sus grandes efectos no solo por la laboriosidad de la tierra y con ello, su explotación agrícola y pecuaria, sino también, en otros tipos de actividades culturales que transmitieron a los pobladores de estas tierras, como fue la gran combinación de trabajo y diversión. “…Fue allí en esos caseríos eslabonados por la naturaleza tropical y el jolgorio donde se desarrolló a plenitud el antiguo bunde colonial o fandango. Instituido como baile y espectáculo colectivo por los sabaneros, en otras partes de la costa caribe, el fandango y las bandas de viento impulsadas por las tabacaleras de El Carmen y Ovejas desde mediados del siglo pasado, se arraigaron también en el Sinú, donde hallaron compositores geniales, decimeros y bailadores…” Esa combinación sabia del trabajo con la alegría fue también una expresión cultural; por cuanto estos pioneros ( inmigrantes), diseñaron sus bailes y ritmos, que al son de tamboras, gaitas y palmas de mano,se divertían tomadas de la mano algunas veces y otras de una manera sueltas formando ruedas, al ritmo de la armonía musical. El fandango fue la expresión más general del pueblo en la época de pascua. El fandango “cantao”era un paso de baile que se ejecutaba especialmente para la época de pascua en navidad y el fandango ¨”paseao” se bailaba caminando por las calles al alba o alborada.. Aquí los bailadores eran más que en el cantao, (quienes se tomaban de la mano y avanzaban armoniosamente), y se organizaban poniéndose unos tras otro y con velas en la mano, daban vueltas en un espacio geográfico cualquiera, alrededor de unos músicos, quienes ejecutaban los pitos cabeza e cera o gaitas, tamboras o bombos y con las palmas de la mano y maracas.

Para los historiadores e investigadores de nuestra tradición cultural, en estos bailes amenizados por estos conjuntos musicales o bandas con gaitas o pitos cabeza e cera, está el origen de las BANDAS DE VIENTO y del PORRO PELAYERO. Al respecto, Orlando Fals Borda en el libro mencionado, narra este milagro de la transición del baile tocado con pito cabeza e cera a las bandas de viento, de la siguiente forma:..”. Estos bailes son los precursores más probables de nuestro porro , que toma su forma musical actual, con la transición de aquellos aires de pitos a la banda de viento,...El milagro ocurrió cuando el conjunto pitero del fandango, dio paso en San Pelayo, a la banda de instrumentos de viento…Esta música de viento con valses, mazurcas,,marchas militares y polkas clásicas- además del danzón cubano, cuyos restos de la cultura blanca quedan ceremoniosos como introducción y conclusión de los porros-,fue llevada primero durante el decenio de 1860,,desde El Carmen, Corozal y las Sabanas, a través de Chinú, Purísima,Lorica, El Sabanal y Ciénaga de Oro, en los pulmones y dedos talentosos del clarinetista José de la Paz y Montes( portorriqueño),el violinista Bartolomé Torrentes, el clarinetista Jesús María Sierra (sincelejano)…,el compositor y músico, José Dolores Zarante y otros artistas pobres… que llegaron jóvenes al Sinú ,o vivieron o trabajaron allí por el resto de sus días”. , así como también el gaitero Leonidas Paternina Martínez. Todos estos personajes, talentosos artistas, contribuyeron a esa gran gesta de nuestra cultura popular: la creación de la música y bandas pelayeras. Otros maestros de la música que se sumaron a ellos, son: Los maestros de música Miguel Coneo Cartagenero y Manuel Zamora de Repelón –Atlántico, quienes junto con José Dolores Zarante, organizaron banda de música en el bajo sinú, el clarinetista José María Fortunato Sáenz ( El Negro” Sáenz) (Ciénaga de Oro) y el pelayero Raúl “Tito” Guerra.; quienes con su enseñanza abrieron el camino a otros grandes músicos como: Primos Paternina y sus hermanos, Alejandro Ramírez quien aprendió a tocar el clarinete con “El Negro “Sáenz.

Esos conjuntos de músicos y bailes que surgieron en los momentos de solaz esparcimiento, después de las duras faenas del campo, como el conjunto de gaitas de Leonidas Paternina, fueron quienes con su inventiva popular, diseñaron su propia música y bailes creando los antecedentes rítmicos que originaron el nacimiento de las bandas de músicos y del Porro Pelayero, es decir, ese proyecto de melodía cadenciosa, que más tarde de una manera magistral lo ejecutarían sus descendientes. De esta manera la estirpe de los Paternina brindó su aporte al origen y desarrollo de esa música que hoy día es la digna representante de nuestra región. Según estos precedentes musicales e históricos se podría afirmar, hipotéticamente, que el porro y el fandango vienen de España, como también lo ha dicho nuestra actual embajadora del folclor sinuano en algunas entrevistas periodísticas y televisivas: Adriana Lucía.
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SEGUNDA ETAPA. (1900- 1977).
En este segundo periodo o etapa histórica del desarrollo musical en San Pelayo, nos encontramos con la organización y el nacimiento de la primera Banda de músicos de viento y de las más grandes melodías compuestas y ejecutadas hasta ahora y que nacieron de los pulmones y labios prodigiosos de los integrantes de esa Banda “La banda Ribana de San Pelayo” y de su primer director (o músico Mayor como le decían), Primo Alberto Paternina Olivero.

Este fue un periodo importante por cuanto se inicia el proceso de difusión y creación de la música y bandas de viento. La idea para la organización de esta primera Banda de músicos, se le debe al entusiasmo y deseo que ya tenían los hermanos Paternina Oliveros, quienes heredaron la vena musical de su padre Leonidas… “Por el año de 1905,…escribe Héctor Villalba , periodista (1971) , les comenzó a muchos jóvenes pelayeros la fiebre por el arte de la música de viento. Es asi como buscaron un maestro de música de origen Cartagenero y que estaba radicado en la ciudad de Santa Cruz de Lorica, llamado Miguel Coneo para que les enseñara las notas musicales. Luego ese grupo de jóvenes pelayeros decidió comprar varios instrumentos usados en la misma ciudad de Lorica.” ( así formaron una incipiente Banda, agregado mío).“ En 1906, ... tuvieron otro gran maestro de música, Manuel Zamora, nacido en Repelón, Atlántico y quien vivía en Lorica. Este profesor fue quien organizó la primera Banda folclórica en San Pelayo, llamada “Banda Ribana de San Pelayo”, y de la cual su primer Director fue un hijo de San Pelayo, llamado Primitivo Paternina.” . De esta forma clara y sencilla el Primo Paternina, narró el nacimiento de la primera Banda de músicos. Sobre esto mismo, el periodista y locutor barranquillero José Protasio Fontalvo (1.989), en su libro confirma lo dicho anteriormente, sobre el origen de la primera Banda, la que quedó integrada por diez (10) o doce (12) músicos según el Primo Paternina.

Hacia los años de 1918 – 1919, se creó la “Banda Bajera de San Pelayo” bajo la dirección de Daniel Luna. Años después, en 1925, aparece la “Banda Central de San Pelayo”, y cuyo director fue Pablo Garcés. Estas dos últimas bandas, acogieron en su seno a algunos músicos de la Banda Ribana ; la que fue dirigida desde que se organizó – 1906- hasta 1942,-por el Primo Paternina Oliveros. ¡Toda una vida entregada a la música. !El siguió tocando el cornetín hasta el año 1955, cuando la hernia y la fiebre amarilla lo mandaron a guardar reposo en su casa. Murió en el año 1973, precisamente,a causa del estrangulamiento de esa hernia, ya que le produjo una infección intestinal o peritonitis. De ella, Banda Ribana, formaron parte los hermanos Paternina,: Leonidas (hijo), Martín, Pedro, Gabriel y el Primo; después ingresó Julio, como trompetista, hermano menor, y, a quien el Primo le inculcó el amor por la música y la trompeta. También la integraron Pablo Garcés y otros más que han sido olvidados asi como a los anteriores, por la visión estrábica con que se ha mirado la cultura musical pelayera... Alejandro Ramírez formó parte de esa Banda muchos años después de estar organizada, asi nos lo hizo saber el Primo Paternina. Relatan algunos historiadores que él llegó como vendedor ambulante en unión de su madre. Juan Santana, en su ensayo histórico, (2008), describe las andanzas de Alejandro Ramírez con su madre de la siguiente manera, después que su padre Hipólito fracasara como comerciante en Montería.,”. Se dedicó a instalar cantinas y fondas en compañía de su Madre en las plazas de los pueblos de la Región...”.

El núcleo original de la música de viento, ha sido explotado como si hubiese tenido un nacimiento fortuito. No, eso no fue casual, ese ritmo y esas Bandas de músicos, tienen su fundamento histórico en los antecedentes musicales de la segunda mitad del siglo XIX, con el conjunto de gaitas de Leonidas Paternina Martínez, que los fines de semana se ponían a interpretar o a tocar, en la esquina de su casa, detrás de la iglesia, esquina del Parque central en San Pelayo, lugar en donde vivió toda su vida y nacieron sus hijos músicos como el Primo Paternina. Después de muerto Leonidas, Josefa Oliveros su esposa, siguió viviendo allí hasta la década de los cincuenta, cuando murió, casi a la edad de los 102 años. Hoy día, en esa esquina vive Seferino “Severo” Durango Paternina sobrino del Primo. Como testigo y herencia de esos conjuntos es el que dirigió el tamborero Pedro Antonio López, “Gaiteros de San Pelayo”.

Alberto Alzate, (1980) , nos dice que “..Las bandas actuales son el producto aculturado de la acumulación ancestral de formas musicales primitivas, en las cuales se combinaba el baile con los sonidos armoniosos del tambor taconado (templado con cuñas), del pito cabeza e cera, del pito atravesado, del guache y aún del carángano…, las agrupaciones musicales a base de instrumentos artesanales, dieron paso forzoso a las bandas instrumentales con aparatos metálicos. Los pocos conjuntos folclóricos que quedan, son el muestrario de culturas ancestrales rudimentarias con características bucólicas”.

La música de Banda desde finales de los años sesenta (60,s), ha sido interceptada por los mercaderes de los espectáculos y festivales en donde éstos, se han manejado y manipulado según intereses personales y se ha visto al porro, como algo que nació sin inventiva ni narrativa de la cultura popular. Se ha tergiversado muchas veces, la verdadera historia de la cultura ancestral pelayera y, se le ha dado más relevancia a esa gran bailadora de porros y fandangos, (María Barilla) que a los verdaderos gestores de la tradición musical de San Pelayo y que hoy trasciende los confines de la tierra. Qué hubiese sido de María Varilla sin los porros pelayeros y las bandas de músicos. Con ello no quiero quitarle la importancia a la mujer que inspiró al Primo Paternina, para ponerle el nombre a ese ritmo musical y que ella le pidió que le tocara. Pareciera que hubiese un propósito velado por quienes hasta ahora han escrito y difundido la historia musical de San Pelayo. Todo esto ha llevado a una crisis moral y ética sobre los verdaderos orígenes del porro y las bandas pelayeras. Crisis que se agudiza cada vez más con el tiempo y se acerca cada año la celebración del festival del porro en San Pelayo,.. Hay quienes dicen que la primera banda de músicos, no fue la Ribana en 1906 sino, otra, que el porro Soy Pelayero no es del Primo sino, de Alejandro…etc.

Toda esa historia musical que nació sin autorías ni nombres propio del trabajo colectivo y que fue transmitida de generación en generación, ha sido cambiada por los mercaderes de la música. Al respecto Orlando F.B. (1979), nos dice” Nadie en particular era dueño de esas melodías ni había compositores con regalías. La autoría aparece como factor, solo a partir de la comercialización moderna de la música, las grabaciones y el afán personal de lucro” . Aquí es bueno resaltar un hecho sobre las regalías que le llegaron al Primo a su casa en San Pelayo, por parte de Discos Fuentes por los años 1.966–1.967, (no recuerdo bien). Al respecto el Primo le preguntó al mensajero:“¿Qué es eso joven?, y él le contestó: “Es un cheque por concepto de regalías de los porros grabados por la Banda Bajera de San Pelayo dirigida por Baltazar Méndez y en esos discos, usted tiene unos porros” a lo que él le contestó: “Mire joven, yo no acepto esos pesitos, (creo que el cheque era por dos o tres pesos) déselo a los muchachos de la Banda”.“Bueno, le devolveré el cheque a la casa disquera”, contestó el mensajero, y se alejó montándose en un Jeep que en ese momento pasaba por el frente de la casa de San Pelayo y que viajaba para Cereté. Según me cuentan, que el valor de esas regalías, que hasta ahora se han generado y el cheque devuelto, deben aparecer en las arcas de Discos Fuentes, o en unos fondos comunes de Sayco.

El periodista y escritor Juan Quintero Villalba, en una entrevista que le hizo al Primo Paternina, en el año de 1972, en la casa de éste en Montería, y publicada después en la Revista “Costa Norte” , nos dice lo siguiente:…” Un día hablé largamente con el celebérrimo músico Pelayero y patriarca indiscutible de una región y de una noble familia, sobre el porro.

Dígame Primo, le preguntó, el porro nació en Pelayo?
El porro no nació en Pelayo, ni lo inventó nadie, respondió el Primo. Está en la naturaleza, y nuestros padres y nosotros recogimos ciertos ritmos para formarlo Lo que pasa es que en Pelayo hubo más arte y amor a la naturaleza para hacerlo inmortal.
Qué me dice el Primo del porro “María Varilla”, del cual se conoce como autor a un señor de apellido Ramírez.
En el acto respondió:
El señor Ramírez era guitarrista. Llegó a Pelayo y se casó con una familiar mía…Cuando nosotros estábamos organizados… le enseñamos a tocar instrumentos de viento. Su afición por la música lo llevaron a compartir con nosotros la creación rítmica del porro “María Varilla”, del cual él se apropió sin que nadie le impidiera, porque entre los músicos no existe el egoísmo de los políticos ni de los ganaderos y por eso le cedimos su autoría, quizás pensando en el adagio de que “entre músicos no se cobra serenata”.
Primo, dígame algo sobre los porros llamados,”El Binde”, “la Mona Carolina “ y “Soy Pelayero”.? A lo que él respondió:
Podría decirte temeroso, que fui el autor de esos porros, recogiendo como te dije, los ritmos dispersos como lo hizo ocasionalmente Pérez Prado en su música pasajera del mambo. Fui autor de esos porros, con tan mala suerte que el titulado la “Mona Carolina”,fue registrado en una Empresa disquera por otra persona que me suplantó, es decir , mi porro corrió la misma suerte de la hermosa Mocaricera que la inspiró…El titulado “El Binde”,, se lo dediqué a una piedra, que luego con otras dos semejantes, formaban un trípode donde la olla de barro calentaba los nutrientes con que sostenía a mis familiares y,” Soy Pelayero”,ni hablar.- Ese porro forma parte de mi vida, ya que el que no quiere a la tierra que lo vio nacer, puede negar hasta a su propia madre, y yo le dejé a mi pueblo y a mis hijos como legado ese Porro: “Soy Pelayero”.

“Todo lo anterior, concluye el periodista, que no es fantasía ni imaginería, me obliga a pensar, repensar e insinuar, que el Primo Paternina, merece un busto en la plaza de San Pelayo…”….

Estos músicos de ese entonces, actuaban de buena fe. No había celos entre ellos, ni por las composiciones musicales ni por la forma de cómo se relacionaban. Desconocían el valor agregado que más tarde producirían las grabaciones de esos porros y menos aún el impacto histórico cultural y generacional que esa música iría a tener.. Recuerdo un encuentro que tuvo con Alejandro en la casa de su hijo, el peluquero Rómulo Ramírez,( años 1964-1965),ubicada en la calle 34 con carrera 5, en Montería un día sábado cuando fui con él (Primo ) a motilarme, el mes no recuerdo.

Durante la charla que sostuvieron y, mientras Rómulo me motilaba, oí cuando el Primo le preguntó, el por qué aparecía su nombre como autor de algunos porros, a lo que él le respondió: que no había problema que su nombre apareciera en esos discos, que él podía hacer lo mismo.

Es decir, poner el nombre de uno como autor a un porro según Alejandro, no era problema, pero el Primo nunca lo hizo. Sólo lo hizo con el Porro
“Soy Pelayero” y, eso por insinuación del director de la banda Bajera que lo grabó: Baltazar Méndez Garcés, en el año 1963.


ORIGEN DEL NOMBRE DEL PORRO MARIA VARILLA

Este porro que inicia con un “florilegio de trompeta” (no de tompetas), y, que inicialmente no tenía nombre, y “ quizás compuesto probablemente por Paternina, Ramírez o Garcés, era el que ella prefería sobre todos los otros , comenta Orlando F.B. , y agrega … “Cuando el enamoradizo Paternina, le preguntó una vez –a María Barilla-, (hacia 1918), en Mocari:” Mayo que quieres de mí.?, ella le contestó : “Toca mi porro el que me gusta” y así quedó bautizado ese porro con su nombre.

Así lo narró el Primo que: una vez, acabada la fiesta (fandango), un músico le preguntó sobre la muchacha que le pidió la “pieza” y él le dijo: “es Mayo” y casi siempre está en mis toques y me pide ese porro, así que queda con ese nombre: “María Varilla”. Después del descanso, y cuando empezaron a tocar nuevamente, el Primo le dijo: “Mayo, ahí va tu porro” y, desde ese momento, el porro quedó bautizado con el nombre de esa gran bailadora que, casi siempre donde tocaba el Primo, estaba ella presente.

ORIGEN DEL NOMBRE DEL PORRO MARIA VARILLA

Este porro que inicia con un “florilegio de trompeta” (no de trompetas), y, que inicialmente no tenia nombre, y” “quizás, compuesto probablemente por Paternina, Ramírez o Garcés, era el que ella prefería sobre todos los otros”, comenta Orlando Fals Borda.11, y agrega… ”Cuando el enamoradizo Paternina le pregunto una vez a María Varilla, (hacia 1918), en Mocari:” ¿Mayo que quieres de mi?.., ella le contesto: “Toca mi Porro el que me gusta”, y así lo describió de esa manera, el origen del nombre del porro María Varilla. Así lo narro el Primo Paternina diciendo que: Una vez, acabada la tanda de música en el Fandango, un músico le pregunto sobre la mujer que le pidió la pieza y el le dijo: “Es Mayo” y casi siempre esta en mis toques y me pide ese porro. Después del descanso de la tanda musical y, cuando empezaron a tocar nuevamente, el Primo le dijo a la mujer:”Mayo, ahí va tu porro” y, desde ese momento el porro quedo bautizado con el nombre de esa gran bailadora que, casi siempre donde tocaba el Primo, estaba ella.
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11 Fals Borda, Orlando. Ob. Cit


ORIGEN DEL NOMBRE DEL PORRO LA MONA CAROLINA

Durante las fiestas patronales de San Juan Pelayo,, junio 24 de 1918, el Primo Paternina conoció a una mujer muy bonita de cabellos rubios y de movimientos rítmicos al danzar, y esto le llamó la atención como buen enamoradizo que fue. Durante algún tiempo surgió entre ellos una amistad, sin que él dejara de galantearla. Un tiempo después él se enteró que vivía en “Mocarí”. A la “Mona”, como él la llamaba, no le eran indiferentes sus galanteos y agasajos que él le hacia. Unos meses después inspirado en aquel recuerdo, compuso con ayuda de los demás compañeros músicos ese bello porro, al cual loe puso como nombre “La Mona Carolina”. Pero, el nombre del porro solo lo dio a conocer, tiempo después de su matrimonio en 1920, con Juana Tomasa Noble Ramos, como él lo manifestó para no provocarle celos a Juanita. Así nos lo contaba el Primo reunidos en la sala de la casa de San Pelayo, en una noche cualquiera.


ORIGEN DEL PORRO EL PAJARO

Una vez, cuando la Banda Ribana iba a tocar a las festividades de Puerto Escondido, y yendo por el camino, se pusieron a descansar debajo de un frondoso árbol de Campano; en ese descanso y , entre los comentarios que surgieron, el Primo le preguntó a Alejandro, que si no iban a llevar un nuevo porro para tocar en el fandango, a lo que éste y los demás músicos respondieron que compusieran algo. En ese instante se oyó el trinar de un pájaro montado sobre las ramas del árbol. En ese momento, Alejandro recostado en el tronco del árbol, le insinuó al Primo que cogiera la melodía con una nota, quien de inmediato empezó a entonar la melodía con agudas notas sacadas de su cornetín o trompeta. Acto seguido le siguió Alejandro y demás músicos con sus instrumentos y asi, después de un largo rato, terminaron componiendo un porro que hoy conocemos, como “El Pájaro” y fue todo un éxito en las festividades de Puerto Escondido.
Este es el legado histórico, que nos dejaron nuestros ancestros, para que nosotros a la vez se lo contáramos a las nuevas generaciones.

ORIGEN DEL PORRO “SOY PELAYERO”

El porro “Soy Pelayero”, recoge el acervo cultural y melódico de toda esa gran experiencia rítmica musical que el Primo había heredado y acumulado a través de sus aportes a las creaciones de los distintos porros hasta el año 1922 (23). Es decir el porro “Soy Pelayero”, fue creado hacia el año 1922(23). El no se acordaba del año exacto, cuando nos contaba en nuestra casa, en esas noches claras a la luz de la luna. Nos sentaba a su alrededor en el corredor o terraza de la casa de palma grande y patios inmensos, que queda frente a la iglesia, en donde según la época de las cosechas, se podía ver al patio con los promontorios de algodón, un pañol lleno de maíz, ñame, arroz,..etc., una tienda o estanquillo, ya que él también fue comerciante y contrabandista de ron que traía de Cartagena cuando iba a tocar o de los barcos que venían del Caribe o Panamá. Recuerdo el pañol, donde jugaba y salía con la piel irisada y con rasquiñas, producidas por las hojas del maíz y el afrecho del arroz y, en donde el ñame echaba raíz, yo lo cogía y lo sembraba en unas franjas o lomitas de tierras del patio al lado de la cerca que quedaba para la calle central.

Recuerdo, según nos dijo, fue en un “toque” de las fiestas patronales de San Pelayo (1922-23), y que Juanita (su esposa ) le había comentado, que si no iban a hacer un porro nuevo para las fiestas del pueblo, a lo que él le comentó que no había pensado en ello.Por unos días le quedó rondando en la cabeza la idea, mandó a llamar a su hermano Leonidas, quien ejecutaba magistralmente el Bombardino, se reunió con él y los demás músicos y así empezaron a interpretar el nacimiento del nuevo porro y que él le puso por nombre “Soy Pelayero” en homenaje al pueblo que lo vio nacer.

Para esa época, Alejandro Ramírez y Pablo Garcés, ya se habían separado de la Banda Ribana e integrado a la Bajera que dirigía Daniel Luna. Mas tarde Pablo Garcés organizaría la Banda Central. Es bueno anotar que Alejandro Ramírez nunca fue Director de banda de música en San Pelayo, así nos lo hizo saber el Primo Paternina.

“Soy Pelayero”, es el mejor porro Pelayero, a decir de Jaime García Chadid, escritor vallenato. Periódico El Pilón Valledupar. ¡Sin duda alguna! Quien entienda un poco de música de banda Sinuana, no podrá negar que este porro, tiene más cadencia y melodía rítmica, que los otros porros clásicos del folclor pelayero. En este porro, quedó impreso con sello indeleble la gran riqueza y experiencia musical que el Primo, su hermano Leonidas y los demás músicos de la banda Ribana, habían acumulado a través de los tiempos que juntos habían ejecutado la música de Banda.

Sobre el nacimiento del porro “El Estanquillo”, solo tengo recuerdos vagos de comentarios que mi Madre me hizo un día cual quiera. Ella me dijo que el Primo lo había compuesto en honor al estanquillo o tiendecita en donde se vendía el licor de contrabando y otros rones. No se que se ha hecho ese porro. Me contaron que le cambiaron el nombre para grabarlo y ahora se llama “La Lorenza”. Esto será objeto de investigación por los entendidos en el tema.

Los músicos de ese entonces, sobretodo los Directores de las Bandas, tenían por costumbre llevar a los toques de más relevancia, nuevas composiciones. Esto lo podemos observar en el relato que nos hace el gran músico Loriquero, José Dolores Zarante: “cuando se acercaba la fiesta del 11 de Noviembre, y por alguna causa no tenía listo el repertorio, ya encima la fiesta… me ponía a escribir música… dejando escritas Valses, Polkas, Pasillos, Danzas, Mazurcas,…” (1.933) ; que después se ejecutaban en la fiesta.

APARECEN LAS PRIMERAS GRABACIONES

En el año de 1954, fue grabado el “Porro Viejo Pelayero”, por la Orquesta “Radio Cordobesa”, y en un disco de 78 R.P.M., bajo el sello popular de Barranquilla, sin derechos de autor. Este fue uno de los primeros porros que la banda “Ribana “le dio vida, por cuanto los hermanos Paternina ya tenían antecedentes de él. Recordemos el aporte ancestral del gaitero Leonidas Paternina con su conjunto. En 1962, según información de discos Fuentes de Medellín, la “Banda Bajera” graba su primer L.P. titulado “Carnaval en San Pelayo”, cuyo director era Baltazar Méndez Garcés. Allí el porro “María Barilla” aparece como, Folclor colombiano, es decir, también sin autoría.
En 1963, vuelve la Banda “Bajera “, y graba, en la misma casa disquera, su segundo L:P. titulado, “Retreta Pelayera”, Como Baltazar si conocía las composiciones y el trabajo que el Primo le daba a los porros le puso la autoría del Primo Paternina al disco “Soy Pelayero”. Por los años 1960 - 1961, Pedro Laza graba el “Binde” y, por insinuación de un músico Pelayero, le da la autoría a Alejandro Ramírez; por que éste le había comentado que era de él. Según el Primo él tuvo muchas discrepancias con Alejandro por que se tomaba para sí dichas autorías.

Las casas disqueras para grabar a veces exigían autorías.Algunos directores de Bandas y Orquestas fueron prudentes y no daban autorías porque no estaban seguros de ello pero, otros no , y asi fueron apareciendo discos grabados con nombres de autores sin estar amparados por un registro mercantil o notariales que dieran fe de ello. Con esas primeras grabaciones se inicia la proliferación de la autoritis y con ella la aparición de “dueños” de los grandes porros y las interpretaciones de la música pelayera por las grandes orquestas y conjuntos musicales de la región.

El origen del porro pelayero tiene sus antecedentes en las auges colonizadoras españolas a las tierras de la costa norte colombianas,, con la introducción de aires musicales españoles como el fandango colonial. Mas tarde, por eso que se llama la desagregación cultural, aparece el porro como una inventiva o síntesis del mestizaje tri étnico en nuestro suelo: danza, tambor y gaita o pito cabeza e cera. Fals Borda , nos dice que, “el porro pelayero nació detrás de la iglesia de San Pelayo. Ejecutado debajo de un árbol de totumo”. Precisamente el lugar donde se ponía a tocar Leonidas Paternina y su conjunto o banda, todos los fines de semana. Alberto Alzate, en su libro,(1980) nos dice que…” Leonidas Paternina, venido de las sabanas de Bolívar,…ejecutaba la gaita (pito cabeza e cera) en conjuntos folclóricos autóctonos que existían en San Pelayo ”…

El porro pelayero, fue interpretado por las nacientes bandas en donde predominaba el redoblante, las tamboras o bombos,y la gaita o pito cabeza e cera. Cuando se ejecutaba una melodía y llegaba el momento melodioso y cadencioso de ese ritmo, es decir, cuando entraba la gozadera, o la gozá,la tambora macho o el bombo,callaba,para que la gaita y los demás instrumentos, siguieran acompañando la melodía.

Con el nacimiento del Festival del Porro en San Pelayo, empezó otra etapa para la música tradicional de Banda en San Pelayo. Se comenzó a escuchar en otras latitudes de nuestro País y salió de lo doméstico y vernáculo y se montó en lo más alto de las tradiciones culturales de Colombia.

CONCLUSIONES

De todo esto podemos concluir lo siguiente:
Las migraciones de comerciantes y campesinos de la región sabanera del Bolívar grande, trajeron al valle del Río Sinú, procesos colonizadores y, con ello, el trabajo agrícola y pecuario de la tierra y asentamientos en las orillas del río Sinú.y sus alrededores.
Hacia finales del siglo XIX (1880), aparece en San Pelayo, un conjunto de gaitas y tamboras liderado por Leonidas Paternina Martínez inmigrante de las Sabanas (Sincelejo) y quien se caso con Josefa Oliveros y de cuya unión nació el gestor y mas grande interprete del porro Pelayero: Primo Paternina y diez hermanos mas, de los cuales los varones, todos fueron músicos.
Por los años 1905-1906, se organizó la primera banda de músicos de viento de San Pelayo “La banda Ribana de San Pelayo”, cuyo primer director fue el Primo Paternina y quien duró al frente de ella por 36 años consecutivos es decir, hasta 1942. Formaron parte de esa Banda, sus hermanos: Leonidas, quien ejecutaba el bombardino y era el hermano mayor; Pedro Miguel, quien tocaba el bombo; Martin Pablo, marcante; Gabriel, los platillos; y el Primo quien ejecutaba el cornetin. (instrumento menor que la trompeta pero con un sonido más agudo, que cuando el Primo lo tocaba se podía oír a muchos kilómetros de distancia en toda la región. Aquí podemos decir también que, el más grande aporte a la música pelayera lo dio y lo ha seguido dando la dinastía Paternina, es decir, desde sus inicios hasta la segunda e inclusive, tercera y cuarta generación, por que todavía hoy día, hay nietos y bisnietos que son músicos y compositores. Julio Amado Paternina, hermano menor, ejecutó la trompeta y fue un gran compositor repentista, improvisador, director de la “Banda Ribana”, después del Primo y también Alcalde de San Pelayo.
Los porros “Clásicos” del folclor Pelayero: María Varilla, El Binde, El Pájaro, La Mona Carolina, etc., nacieron sin nombre y sin autoría aparente, porque de hecho, el Primo Paternina fue su gran creador y los demás integrantes de la Banda los acompañantes que lo seguían en esas creaciones y muchas más que aún hoy día, aparecen sin autorías como: “Porro Viejo Pelayero”, “El Sapo”, “Fandango Viejo Pelayero”… etc., fue después cuando empieza la comercialización de la música y aparece el valor agregado de las regalías, y a partir de las primeras grabaciones, es cuando aparecen las autorías agregadas a los discos mas no registradas ni certificadas, es decir, estas fueron apropiaciones arbitrarias abusando de la buena fe de sus verdaderos creadores.
Los nombres de esos porros nacieron como algo fortuito de las circunstancias y de las pasiones de los amoríos de los directores de las bandas de músicos. Este fue el caso de María Varilla, La Mona Carolina con el Primo Paternina. El Pájaro y el Binde tanbien tiene su historia, fruto de las contingencias del momento al igual que “Soy Pelayero”.
El Primo Paternina cuando se reunía con los músicos de la Banda Ribana para “Arreglar” la creación de un porro, iniciaba con las tonadas rítmicas y melodiosas que salían de su cornetin, ya iba con la “Idea en la cabeza”, como el lo comentaba. En esas prácticas nacieron las grandes composiciones en donde cada uno de los músicos, aportaba lo suyo.
Los organizadores del festival del porro, deben ver mas hacia esos valores olvidados de esa gran gesta musical que hasta ahora no los han tenido en cuenta en lo mas mínimo para darlos a conocer.Como por ejemplo, Gabriel Paternina Roqueme (Hijo del Primo) gran cultor de la música Pelayera y ejecutor de ese difícil instrumento de tocar como es el Bugle. Al Primo Paternina nunca le han hecho un homenaje y ni siquiera lo nombran en las tarimas ni en los festivales musicales de la región. No se sabe el motivo, causa o razón, por el cual esto ha sucedido y sigue sucediendo; porque algunos intelectuales y escritores del folclor Pelayero, si conocen el verdadero aporte de los Paternina a las bandas de músicos y al porro Pelayero. Ellos fueron lo pioneros y organizadores de las Bandas de músicos y del porro pelayero. Se ha escrito y hablado más de María Varilla, bailadora de porros y fandangos que de los verdaderos escultores de la música Pelayera. El único homenaje que le han echo al Primo, fue el que el periódico Monteriano “Poder Costeño” le hizo, poniéndolo en su editorial, como personaje insigne de la semana, un 27 de Junio de 1980 en pleno festival.

Las buenas obras de los grandes hombres son como las rocas en las pequeñas montañas: por más que se traten de ignorar, su presencia sobresale sobre lo demás.




Bibliografia

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Alzate P., Alberto. El músico de banda. Montería 1980. Edit America Latina

Portacio Fontalvo, José. Colombia y su música. Vol. I. Edición 1989 Barranquilla.

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Zarante, José Dolores. Reminiscencias Historicas. 1933. Imprenta Departamental. Cartagena

Villalba Espitia, Hector. Folklor Pelayero. Origen de una música. El Espectador. 1971.

SEMBLANZA DE DON PRIMO ALBERTO PATERNINA OLIVERO FILANTROPO Y PIONERO DEL PORRO PELAYERO.

Músico, compositor, filántropo y pionero del folclor pelayero. Fue un gran gentil y noble embajador de su pueblo, llevando por todas partes por donde anduvo , su grandeza, su hidalguía, su don de gentes pero, sobre todo su obra musical. Esa que le arrancaba en los momentos de inspiración, a su cornetín, el que empezó a ejecutar a la edad de trece años. La obra musical que dejó el Primo, lo hacen uno de los personajes más relevantes en la memoria histórica de su tierra natal, del folclor sinuano y por ende, del colombiano en general.

Hijo del gran ilustre colonizador, comerciante y músico sabanero, venido de Sincelejo,( Sucre), Leonidas Paternina Martínez ( quien organizó el primer conjunto gaitero en San Pelayo y murió en el año 1912 , fue la voz de aliento y el guía que inspiró al Primo para que, junto con sus hermanos y otros músicos del pueblo y de la Región, organizaran la primera Banda de Músicos en San Pelayo la cual se dio hacia 1905-1906 ) y de Josefa Olivero, el Primo Paternina nace un 18 del mes de agosto de 1892, en un hogar en donde las buenas costumbres y los valores fueron los principios que guiaron la formación del Primo y de sus hermanos y hermanas.

A la muerte de su padre y, a la edad de 20 años, toma las riendas de la familia Paternina Olivero y empieza a responder por ella , aunque el mayor era su hermano Leonidas. El se caracterizó por ser el líder y cabeza de familia y, asi con los productos que le daba la tierra, el comercio y con eso que fue su pasión y que por sangre y tradición ya lo traía: la música. Su hermano menor Julio, contaba solo con cuatro (4) años cuando quedaron huérfanos de padre y, él empezó a tocar la trompeta a la edad de 15 años , es decir, hacia el año 1923, por insinuación de su hermano y Director de la Banda Ribana Primo Paternina. Al Primo no se le quitaba del pensamiento esos ritmos sonoros que oía de su padre y las dulces danzas que bailaban las mujeres, cuando el conjunto se reunía en la esquina de su casa diagonal al parque principal, de la parte atrás del lado occidental de la iglesia debajo de un palo de totumo que allí existía y, al son de tamboras, redoblantes y gaitas, tocaban las retretas pelayeras todos los fines de semana después de las duras faenas del campo. En esas lides afinaron sus oídos los hermanos Paternina Olivero. El Primo contaba que, cuando oía tocar a su Padre y al ver que la gente rodeaba al conjunto y empezaban a ejecutar las melodías que su Papá componía o le sacaba a la gaita, se le ponían los “pelos de punta” . Esos acordes musicales se expandían por todo el pueblo y la gente al son de ellos y del palmoteo, se reunían a su alrededor para oírlos o para bailarlos. Desafortunadamente, la memoria histórica no guarda esos hechos ni la de los nombres de los integrantes de la agrupación musical, ni los de las melodías musicales que ejecutaban pero, son las mismas que después tocaron el Primo Paternina y sus hermanos juntos con los primeros integrantes de la “Banda Ribana”, porque ellos lo que hicieron fue agregarle los nuevos acordes musicales con los instrumentos de viento que habían adquirido y que su Papá, quien murió en el año 1912, los guió en sus arreglos. De pronto las investigaciones que realizaron los historiadores, no apuntaron o no apuntaban a descubrir o resaltar la verdadera historia musical de San Pelayo si no más bien, se dedicaron a enaltecer o encumbrar personas que poco o nada tuvieron que ver con los antecedentes y origen del porro pelayero.

Los “toques” que realizaban en los pueblos cercanos y lejos de la región Sinuana, de la sabana Bolivarense y pueblos costaneros de Antioquia, eran unas verdaderas fiestas. Los agasajos se asemejaban a los que les hacían a los políticos o a la llegada del cura del pueblo. Una vez cuando fueron a tocar unas fiestas en Planeta Rica, contaba el Primo, el medio de transporte por lo general eran los caballos y mulas que cargaban los pertrechos y equipos musicales, se encontraron con unos ganaderos de la región , quienes le pidieron que les tocara una parranda en una de las finca de ellos. Esta duró casi tres días y, al cabo de ella los músicos no se podían levantar de las hamacas y camas donde se encontraban acostados.

Cuando estaban tocando unos fandangos en la Madera, corregimiento de San Pelayo, llegaron varias personas montadas a caballo a su casa de San Pelayo, contó su esposa Juanita, y le preguntaron que si en Pelayo había fiestas porque en Carrillo se oía clarito el sonido del cornetín del Primo, a lo que ella les contestó que no, que él estaba tocando era en la Madera.” Es que cuando el Primo tocaba se sabía, porque se oía en toda la región”, decía la gente en ese entonces, corroborando con esto lo que decia el Primo que a él le gustaba más el Cornetin que la trompeta, que tambien ejecutaba, porque aquel le daba un sonido más agudo y alto a sus toques.

Vivió en la casa Paterna hasta cuando se casó, junto con sus otros hermanos, seis varones: Leonidas, Gabriel, Martín, Pedro, Julio y él; y cinco hembras: Fulgencia,Manuela, Herminia, Rosaura y Dominga, todos fallecidos. Los hermanos varones todos murieron en San Pelayo, de las hembras , tres murieron en su Pueblo natal y solo dos fuera de él : Herminia quien murió en Barranquilla y Rosaura en Cartagena donde vivió casi toda su vida. Después se fue a vivir a la casa que construyó en un lote o solar que le compró a Minerva Muñoz Peña, y que queda en la esquina oriental de la calle real frente a la iglesia a la entrada del pueblo y que hoy se encuentra nomenclada con la siguiente dirección: carrera 7 número 7-16.
Estudió la educación primaria en su pueblo natal pero, las primeras letras las aprendió de su Madre. Desde muy temprana edad demostró la facilidad para la ejecución de la música de viento; esto, porque ya había afinado su oído musical con .los instrumentos rítmicos que ejecutaban el conjunto de Gaita de su Padre Leonidas. El se hizo solo por su propio esfuerzo desde que aprendió a ejecutar el cornetín, instrumento musical de una tonalidad aguda(alta) pero, de aspecto físico más pequeño que la trompeta , la cual también aprendió a tocar pero no la utilizaba en sus toques porque tenía un sonido más grave que el cornetín , a quien le sacaba las notas mas agudas para que se oyeran por toda la región, como él mismo lo sostenía. Por los años cincuentas, entró a trabajar como administrador del matadero Municipal, esto fue después que dejó de tocar con la Banda Ribana, a quien le dedicó 36 años de su vida como Director de la misma y después siguió unos años mas como integrante de la Banda. Para esos tiempos, alternaba este trabajo con la agricultura y la pequeña ganadería. Cuando cultivaba el algodón, la mayoría de las veces se asociaba con otras personas como: el Doctor Azael Negrete Babilonia, el señor Joaquín Valdivieso entre otros. Esos cultivos al igual que otros como, yuca , maíz, ñame..etc. generalmente los hacía en los predios que hoy ocupa el colegio de bachillerato “ JOSE ANTONIO GALAN”, y que más tarde el Primo le cedió al Municipio a través de una venta muy cómoda, por petición del Alcalde de ese entonces, ya que era el lugar más apropiado por su ubicación estratégica , porque ya se preveía el crecimiento de la cabecera Municipal hacia ese sector.

En esas labores, tanto las agrícolas como la administración del Matadero, nosotros, Jaime, Edgardo y yo le acompañábamos siempre, ya que si no lo hacíamos, no nos daba para los frescos de leche con vainilla que todos los fines de semana íbamos a tomar a la fresquería del “Cabito” Cogollo.

Por esa época, ya había comprado la casa en Montería, la cual quedaba en la carrera 5 número 38-28 del barrio Nariño, cerca de la plaza” Montería Moderna”, donde se hacían las famosas corralejas del 20 de enero, hoy esta plaza está convertida en un parque . Esta plaza fue donada al Municipio de Montería por don Lázaro Pérez a principio del siglo pasado, para que allí se hicieran las festividades taurinas. Esa casa la adquirió por la necesidad que tuvo para que sus nietos, los hijos de Elvia Rosa su hija mayor del matrimonio con Juanita, a los cuales él adoptó como sus hijos y que fueron criados bajo su tutela, fueran a estudiar a Montería, porque en San Pelayo no había colegio de Bachillerato. Esto influyó en él, para que le aceptara al Alcalde, la construcción del colegio en sus terrenos, el cual colindaba con las tierras de sus otros hermanos.

No concibo al Primo Paternina sin estar siempre moviendo los dedos de su mano derecha, cuando iba caminando o cuando se paraba en los pretiles de sus casas, en Montería o cuando estaba en San Pelayo, a tararear las melodías que él había compuesto con sus hermanos de la banda Ribana y que siempre las recordaba, ya que ellas formaban parte de su historia musical y familiar. Estando en esas, yo le preguntaba que por qué movía los dedos índice , medio y anular, hacia abajo y hacia arriba, hacía atrás y hacia adelante, él me contestaba que era una manía que le había quedado de tanto ejecutar el cornetín en las fiestas, fandangos y corralejas, bailes populares y bailes sociales en los clubes de Montería y otras ciudades de la de la Región Sinuana y fuera de ella, por casi cuarenta y ocho años (48) , 36 años como Director de la banda “Ribana” y doce años (12) mas en toques esporádicos como músico de la misma, es decir, no tocó en otra Banda sino, en la que él había fundado con sus hermanos y amigos del pueblo y que su Padre le ayudó a construir con su apoyo moral y espiritual porque el pueblo la necesitaba. Aquí fue donde empezó la dura tarea de cargar con el peso de sacar a su Madre y hermanos adelante y el cual lo hizo con su trabajo de comerciante, agricultor y músico, tareas que combinaba perfectamente sin desatender a su familia. Por esa época sus hermanos Leonidas y Gabriel tocaban sus instrumentos musicales y a Martín y Pedro los orientó para que también ejecutaran algún instrumento musical y así lo hicieron. Su hermano menor Julio, quien fue Personero y Alcalde del Municipio por varios periodos, su Padrino un señor de apellido Hernández, se lo llevó a vivir a su casa que quedaba del otro lado del río Sinú, desde los cinco o seis años hasta la edad de doce o trece años aproximadamente, tiempo en el cual regresó a la casa Materna al lado de sus hermanos. A la edad de quince años, aproximadamente, empezó a ejecutar la trompeta animado por sus hermanos y de la mano del “Negro “ Sáenz.

El Primo, se caracterizó por ser amable, afable, buen amigo y sobre todo, buen anfitrión. En su casa de San Pelayo, la que algún día se debe declarar , por parte del gobierno Municipal, “Patrimonio histórico y cultural del Municipio”, y después convertirla en la “ Casa Museo del Porro Pelayero” y así, no solo honrar sino desagraviar con ello, el buen nombre del Primo y de su Padre y de sus hermanos y, demás personas que integraron esa primera banda como pioneros del Porro Pelayero sino también, hacerle honor a esa gran gesta histórico-musical y cultural que se dio en el Municipio; se convertía a veces, en una especie de parqueadero de animales y alojamiento de las personas que venían de la “Montaña” o pueblos circunvecinos de la Madera, Moñitos, etc. e iban para Cereté o Montería. Contaba mi Madre, que Noel Petro, el cantante y torero, cuando venía de Buenos Aires e iba para Cereté o Montería, allí dejaba amarrado en un palo de guásimo que quedaba junto a la cocina, su “Burro Mocho”. Esa casa con su patio, estaba conformada en su totalidad por las que hoy ocupan los hijos de Rodrigo Paternina músico, hijo del primo, la de Adela López , en donde hoy hay una tienda en toda la esquina de la entrada al pueblo y al lado de ésta , se encuentra la propia casa en donde vivió el Primo.

Aunque su instrumento era el cornetín, en ocasiones también tocaba la trompeta cuando tenía oportunidad para ello. El Primo fue, junto con su Papá y hermanos, el semillero y derrotero musical de su pueblo. Ellos aportaron lo mejor con sus improvisaciones repentistas (improvisadoras) a la creación del gran ritmo musical de San Pelayo: el Porro Pelayero y a la creación de la primera banda de músicos de viento la “Banda Ribana de San Pelayo”.

De los hijos que tuvo, solo dos fueron músicos : Gabriel y Rodrigo de Bastidas; el primero tocó el bugle, instrumento raro y que nadie, nunca mas ha tocado en esa región y, que Julio Paternina su Tío, al no poder sacarle los tonos al instrumento que había comprado en Cartagena junto con otros,( año 1936 aproximadamente) le dijo: “ Sobrino, toma este instrumento a ver si tu lo soplas “, a lo que él le respondió: “Déme para ver Tío”, y cual sería la sorpresa de su Tío , que enseguida el “Indio”, como cariñosamente lo llaman, le cogió la melodía de algunos porros; y Julio Paternina le dijo, “Bueno sobrino ese es el tuyo”; el segundo, quien ejecutó el Tas Tas o trombón el que después de sufrir un accidente por el año 1972 cuando venían de un toque de Lorica al lado del director de la banda Bajera Baltazar Méndez Garcés, quien murió en él, dejó de tocar por un largo tiempo. Gabriel nació en el año de 1918 y todavía vive al lado de su esposa e hijos al otro lado del cañito en San Pelayo, es decir, tiene hoy día noventa y un (91) años y todavía recuerda algunos pasajes de su vida musical que fue corta por un accidente físico-neurológico que tuvo. Rodrigo nació en el año 1922 y murió en el año 1997 después de tener un sangrado o hemorragia intestinal causada posiblemente por una úlcera estomacal.
Juanita Tomasa Noble Ramos, esposa del Primo, mujer noble como su apellido, fiel y bondadosa a los quehaceres de su casa y responsable con lo que hacía, y quien en las horas de las tardes se dedicaba, sentada en un taburete en el patio de su casa en San Pelayo, a ahumar totumos , largos y redondos, y a extraerles con una cuchara las “tripas” o partes interiores de los mismos para después hacer con ellos cucharas ,totumas y figuras artesanales las que dibujaba con la punta de un cuchillo dejando ver en ello la gran habilidad artística que poseía. En ocasiones se iba con el Primo para la casa que tenían en Montería, alternando así su estadía entre ésta casa y la de San Pelayo. Murió en el año 1982 en su casa al lado de su hija Elvia Rosa. Recuerdo cuando se levantaba en las horas de la madrugada a tostar y moler café en una piedra cóncava grande y en donde con una piedra mas pequeña y filosa en las puntas, le hacia presión sobre los granos tostados del café, con el cual ya molido, le hacia al Primo el mas delicioso tinto el cual se lo tomaba acompañado con unos casabes que le traían de Ciénaga de Oro.

En su casa de San Pelayo, funcionó por primera vez el servicio telefónico de larga distancia “Telecom”. Este se prestaba a través de un aparato el cual estaba adherido a un poste u horcón en la sala de la casa, y de allí se desprendía un auricular y la bocina los cuales con la mano izquierda se tomaba el primero y se ponía en el oído y con la mano derecha el segundo para conversar. Esas llamadas eran tortuosas en el sentido de que se demoraban hasta dos horas para hacer el contacto con el pueblo a donde se estaba llamando; y cuando se recibía la llamada, había que esperar otro tiempo mas para buscar a la persona que llamaban si era que se encontraba en el lugar. Ese servicio de telefonista, fue prestado por Elvia Rosa, hija del Primo, por mas de catorce años (14). Después fue trasladado para las dependencias de la Alcaldía, y allí empezaron a funcionar simultáneamente, el servicio telefónico y telegráfico prestado por Telecom.

El Primo siempre tenía una voz de aliento para sus hijos y nietos a los que adoptó como legítimos y al igual como cuando se hizo cargo de sus hermanos y de su Madre cuando su Padre murió, fueron creados con gran esmero y educación, previendo en todo momento que no les faltara nada. Una vez contó una anécdota que, cuando a Rodrigo su hijo, lo mandó a estudiar a Cartagena , por los años 42-44, para que terminara su bachillerato y, después de haber finalizado el año escolar, lo fueron a esperar al puerto de Carrillo con la banda de músicos porque él le había mandado a decir que ya se había graduado y, cual sería la sorpresa cuando salió para bajarse del barco que lo había traído, apareció borracho y con una mujer mona al lado de él. Ese fue el diploma que le trajo. Enseguida la banda dejó de tocar y el Primo le dijo:” Desde ahora en adelante no habrá mas estudio y empezarás a trabajar” . A partir de ese momento empezó a aprender a tocar el Tas Tas o trombón y así fue como se volvió músico, por accidente, porque el Papá no quería que fuera músico como él sino, un profesional universitario y de la Universidad de Cartagena. Al Primo le dio tan duro por el gran esfuerzo económico que él había hecho porque ,por ese entonces era raro que un padre de familia mandara a un hijo a estudiar a otra Ciudad de Colombia , y él se había dado ese lujo al igual que lo hizo con Silvano su nieto, que lo mandó a estudiar a la ciudad de Corozal (Sucre), después que habían cerrado el “Marceliano Polo” en Cereté donde estaba estudiando.

Después que el Municipio adquirió el terreno para construir el colegio de Bachillerato , el Primo siguió con la tienda o estanquillo, a hacer negocios viajando entre Pelayo y Montería , en donde se encontraba esporádicamente con Alejandro Ramírez . Un día cualquiera del año 1970, al cruzar de la sala para el patio en su casa de Pelayo, pisó mal, tropezó y se cayó, fracturándose el hueso fémur de la pierna derecha. A partir de ese momento empezó la lucha por sobrevivir sin poder caminar y solo permanecía tendido en su cama o sentado en una mecedora de hierro a la que él le puso el nombre de helicóptero por la forma redonda como estaba hecha, haciendo remembranza a los que él había visto cuando iban a fumigar el cultivo de algodón que hacia todos los años.

Una vez, el maestro de música Baltazar Méndez Garcés, y quien por esa época era el director de la Banda Bajera de San Pelayo , llegó a su casa y le manifestó que , si no iba a hacer algo para recuperar la autoría de los porros que él había hecho, pero que estaban apareciendo en los discos grabados con el nombre de Alejandro Ramírez y otros músicos de la región , a lo que él respondió: “ Y qué puedo hacer Baltazar , mis porros con sus historias siempre estarán allí como la naturaleza misma, ellos tienen mi sello, ese estilo propio que yo les impregné. Imagínate que me contaron” , continuó diciendo el Primo sentado en su taburete de cuero el cual estaba recostado en un horcón de la casa de palma,..”.que por ahí vino un tipo de Cartagena mandado por Pedro Laza para averiguar sobre algunos porros que tenían fama por allá y que él los quería grabar; y como Alejandro estaba en Pelayo ese día , yo me encontraba en Montería, eso fue por los años 1959-1960; le dijo al tipo que el “Binde” era de él. Yo hablé con Alejo después en la casa de Rómulo su hijo el barbero en Montería, y le reclamé ese episodio y, él me dijo que eso no iba a pasar nada , que solo era porque necesitaban un autor porque iban a grabar y el porro no podía salir sin autor, porque la casa disquera así lo exigía..” También recuerdo, que una noche cualquiera en la casa de Montería, del año 1964-1965, después que la Banda Bajera grabara el segundo disco o LP. “Retreta Pelayera”, fueron unos periodistas de la Emisora “Radio Cordobesa”, y le hicieron una entrevista al Primo Paternina sobre todo su andar como músico y compositor de porros y creador de la primera banda que nació en San Pelayo.. (Espero que si algún periodista de los que hicieron esa entrevista, está vivo y si conservan esos casettes o cintas magnetofónicas, nos lo haga saber, ya que allí hay de la voz del Primo Paternina, historias contadas sobre la música Pelayera; y así se acabaría con muchas imprecisiones que hoy se ha contado sobre esos porros y la tradición musical de la música pelayera.

Estando el Primo, en ese diario trajinar: de la cama a la sala, de la sala al patio, del patio al cuarto,..una vez cuando se iba a levantar para sentarse en la cama, por el esfuerzo que hizo se le produjo el estrangulamiento de la hernia, hecho este que lo hizo recluir por unos días en el hospital San Jerónimo de Montería, en una pieza de pensión entera , en donde lo operaron, pero esto no sirvió de mucho porque nunca mas se levantó de la cama en donde estaba postrado . Murió en la noche del 23 de octubre de 1973, en compañía únicamente de su inseparable hija Elvia Rosa como él la llamaba y sin haber dejado un legado escrito porque creíamos que nunca se iba a morir. Pero la infamia prepotente no podrá acabar con ese patrimonio histórico que le dejó a su familia y al pueblo Pelayero. Su cadáver fue llevado en las horas de la madrugada a su casa ded San Pelayo y el encargado de dar tan infausta noticia a su querida Juanita fui yo. Ustedes no saben cuan grande fue mi dolor al presentarme en la casa y abrazar a mi abuela, a esas horas de la madrugada para decirle: “Mamá Juana, mi Papá murió”, porque así lo llamábamos todos los nietos que fuimos criados por él. De inmediato la noticia se regó por el pueblo y en poco tiempo la casa se vio colmada de una romería de gente venidas de todas partes del pueblo. Ese pueblo a quien tanto él le dio y que siempre lo recordará aunque algunos pocos lo traten de opacar pero, quien tiene luz propia brilla por si sólo. El entierro se realizó al día siguiente en las horas de la tarde, en medio del llanto y del dolor de sus seres queridos y del pueblo en general. Sinceramente, aquí me declaro con disfasia porque no encuentro las palabras para construir frases que describan ese magno acontecimiento. Al entierro asistieron todos sus hermanos y hermanas que aún vivían fuera del pueblo. Asistió gente de toda la Región de la Costa Caribe, ondeando pañuelos blancos y, la Banda de músicos entonaba los porros que él había compuesto y ejecutado por todos los confines de la región. También la Banda entonó una marcha fúnebre encabezada por la trompeta ripiá de Julio Paternina su hermano menor. Durante los nueve días de su velorio, desfilaron toda clase de personas y personalidades : amigos, músicos de toda la comarca , los Burgos de Ciénaga de Oro y de Lorica; los Pineda González y Pineda Cabrales de Montería , los García de Cereté,, los Sánchez de Lorica, etc. El velorio se tornaba en un evento en donde todas la noches , los asistentes, además de contar cuentos, chistes y degustar los famosos tintos hechos en fogón de leña, amanecían hasta las cinco de la mañana orando y contando anécdotas del Primo y de sus toques por toda la región del Sinú. Todas las noches venía alguien distinto a narrar sus vivencias como persona y como gran músico que fue.
¡ Paz en su tumba y gloria en la tierra por la gran gesta que llevó a cabo en su pueblo natal!
¡ Primo Paternina Olivero, nunca lo olvidaremos! .

DISERTACIONES SOBRE EL PORRO PELAYERO

El porro es originalmente percusión primitiva y nostalgia cantada… En un momento impreciso se le suma la gaita y el pito atravesado y nace el “porro mestizo” y esa materia prima es tomada por las bandas… Por eso hay una frase que resume muy bien ese periplo: el porro pelayero de los tambores y las gaitas a las bandas de vientos y de allí a las orquestas”.

“Cuando apareció la banda de viento la brillantez de los instrumentos… desalojaron a aquellos grupos musicales de limitada interpretación melódica. El compositor pelayero debió aprender a estructurar su música popular. No abandonó los viejos aires musicales, los acogió, los arregló y, teniendo en cuenta la multiplicidad de los instrumentos de la banda, creó por así decirlo, un nuevo porro con estructura dinámica que llamó porro palitiao.

Según estas dos afirmaciones, se puede inferir sin mas anécdotas, que las primeras” tocadas” o ejecuciones instrumentales de los porros fueron hechas por los grupos de gaitas. Esa fue la transición instrumental que se dio a finales del siglo XIX y principios del XX. Ese proceso, por mucho que se diga, en artículos y revistas, o en charlas sobre el folclor pelayero, no pudo haberla hecho un guitarrista con una formación musical distinta a la que se había forjado en San Pelayo. El porro pelayero no tiene su inspiración en la guitarra, ni en los ritmos Andinos; así nos lo dice el mismo porro en su naturaleza de ser. Hecho este corroborado, hoy día, por los grandes maestros académicos y músicos especializados en la temática. Esta transición, también contó con unos grandes intérpretes y genios compositores hijos nativos de San Pelayo. Dentro de esos músicos pioneros encontramos al Primo Paternina, quien ejecutó de una manera brillante el cornetín desde la edad de los trece (13) años. El articulaba las notas , dándole un sonido correspondiente mediante el ”picado de lengua”, como lo dice José Dolores Zarante (1933) , es decir, que movía la lengua para el “ picado”, “el doble picado”, “ligar” y “tremolar”. Así mismo lo hacía el Primo con la punta de la lengua pero, con el ritmo y la melodía en la cabeza, cuando le sacaba las mejores figuras musicales al cornetín para ejecutar el porro, el fandango o cualquier otro ritmo musical que por esa época se tocaba. Eso fue aprendido por él, de sus maestros de música Miguel Coneo y Manuel Zamora, radicados en Lorica y quienes llegaron a San Pelayo en 1905 y 1906 respectivamente, por petición que un grupo de jóvenes pelayeros les habían hecho para que les organizara una banda de música; ese grupo de jóvenes los lideraba el Primo Paternina. Por esa época, Lorica vivía un auge poblacional y comercial. Este era fluido entre Cartagena y la región Caribe.Ellos llegaron allí atraídos por el otro auge, el de las bandas de música dirigidas por José Dolores Zarante, quienes sumaron a la música que éste Maestro hacía: polkas, valses, mazurcas, danzas marchas, pasillos y danzones; ese otro gran repertorio que ellos llevaron y que habían aprendido en sus pueblos natales.

Las enseñanzas que les dejaron estos dos maestros de la música a esos entusiastas jóvenes, fueron suficientes para la organización de la primera banda de músicos. Ellos tocaban toda esa variedad de música pero, el Primo solo tenia en la cabeza el sonido bestial del porro.

“Por esa época, años finales del siglo XIX, cuenta en su libro Zarante (1933) , estaba mi banda en su apogeo, pues tenía muy buenos ejecutantes, entre ellos Temístocles Rodríguez, cornetín que había salido de la banda militar de Cartagena. Ejecutaba mi banda música popular y música clásica….Cuando se acercaba la fiesta del 11 de noviembre, y por alguna causa no tenía listo el repertorio, …me ponía a escribir y terminaba por irme al dormitorio a las dos o tres de la mañana dejando escritos valses, polkas, pasillos, mazurcas, danzas y danzones para armonizar al día siguiente, repartirlos y abrir los ensayos”. En ningún momento encontramos en su libro, una mención sobre la creación o composición de porros, fandangos,. Estos forman parte del repertorio de los maestros Coneo y Zamora. José D. Zarante, tampoco cuenta que alguna vez estuvo en San Pelayo, para que se diga que él influyó en la música de este pueblo.

El Primo fue un músico y compositor “repentista”, las melodías le salían al rompe, al momento de la ejecución, sin escribir nada, que al momento de la práctica de la banda, salía la nueva obra musical; aquí se deja ver la gran capacidad creativa que tenían los músicos de esa época. Así fueron los músicos compositores de ese entonces. Sobre esta forma de componer de los músicos de ese tiempo, William Fortich cuenta que , una vez le preguntó a Julio Paternina, hermano menor del Primo, y trompetista que cómo hacia él para hacer los porros que había hecho y, a lo que le contestó: “Una vez estando en San Bernardo del Viento en el año de 1933 y, ( debió ser en el año 1943, porque él fue director de la Banda después que el Primo dejó de dirigirla en el año 1942) cuando estaban tocando el fandango, de pronto cayó un chaparrón y el fandango se desbarató. Los músicos tuvieron que arrinconarse en un pretil. Allí, Paternina empezó a hacer sonar su trompeta y a crear. Cuando regresaron al fandango, que ya había escampado, el maestro les pidió a los músicos que lo siguieran en las notas que él había creado hasta ese momento, y así nació la canción. El título inicial fue San Bernardo del Viento porque esta historia sucedió en ese pueblo. Pero cuando la fueron a grabar, le cambiaron el nombre por el de “El Barrilete”.

De igual forma relataba el Primo refiriéndose a las composiciones de los porros que él hizo, y que, como nunca le dio prelación a darle su autoría, porque él decía que en ellos participaban todos los músicos de la Banda, ésta fue usurpada por otros músicos. Estos porros son, entre otros: “Porro viejo pelayero”, “María Varilla”, “La mona Carolina”, “El Binde”, “El Estanquillo” (“La Lorenza”?), “El sapo viejo”, etc; Primero empezaba a tararear la melodía y eso enseguida lo llevaba al cornetín y, cuando ya tenía mas o menos las notas iniciales o la primera parte de la canción, llamaba a los demás músicos, se reunían en su casa y empezaban a tocar o darle forma a la canción . Nótese que él empezaba pero, cada uno de los músicos agregaban sus improvisaciones o arreglos musicales. De pronto, no me atrevo a asegurarlo porque no quedó escrito ni el Primo nos lo dijo, por esta forma de componer las canciones, en donde cada uno aportaba lo suyo y, que por cualquier circunstancia prevaleció el espíritu egoísta, fue que se dieron las deserciones de algunos músicos por los años 1919 al 1922, como fue el caso de Alejandro Ramírez y Pablo Garcés los que después se integraron a la Banda Bajera dirigida por Daniel Luna y mas tarde Pablo Garcés organizó la Banda Central. Esto es usual o común en casi todas las organizaciones grupales, es decir este tipo de discrepancias y, como consecuencia de ello, la apropiación mas tarde, de la autoría de algunas de esas canciones, como efectivamente aparecen hoy día en los: LP., o discos compactos.

Sobre la forma de componer las canciones por los músicos de las primeras bandas, Fortich dice: “A diferencia de los de hoy, ellos compusieron su obra colectivamente. Cada instrumentista aportaba desde su individualidad,, una creatividad que se percibía en la ejecución del bombardino, del clarinete, de las trompetas y trombones… Se parte de una idea, que bien puede ser del Director de la agrupación o del maestro de la banda y los demás integrantes van improvisando un discurso musical a manera de jazz…. Siempre en cada interpretación de la pieza, se conserva la idea primaria que le dio origen pero, los instrumentos van creando nuevas figuras musicales de tal manera que la obra en el transcurso del tiempo ya no es la misma”.

Quienes hayan leído los escritos que Fortich ha hecho, puede notar un cambio brusco en el concepto sobre la composición individual del porro pelayero, es decir, que el porro había sido producto de una persona con “sólida formación musical”, atribuyéndole así, con imprecisiones de tiempo, espacio y musicalmente hablando, la autoría, a persona distinta a sus verdaderos creadores.; aunque todavía aparece en su nueva concepción, dándole prelación a instrumentos distintos a la trompeta , como iniciadores del porro ,es decir, antepone a ésta, el bombardino y el clarinete , cuando ya está demostrado que, en la creación del porro, primero fue la trompeta (el cornetín) y después los demás instrumentos.

Sobre el origen y autoría del porro “María Varilla, Fortich , refiriéndose a ello comenta que.: “Al maestro Paternina le pregunté por Alejandro Ramírez, el que supuestamente es el autor de “María Varilla”, y él me respondió: ..” Ese señor cuando vino a San Pelayo, tocaba guitarra. Aquí le enseñamos a tocar el clarinete, lo metimos en la banda y le regalamos el porro María Varilla”. Esto nos da a entender que ya el porro estaba grabado y aparecía la autoría de Alejandro pero, no por ser éste su autor sino por lo que comenta el Primo en el relato anterior y en la entrevista que le concedió al periodista Monteriano Juan Quintero Villalba. .

Los diversos estudios técnicos que se le ha hecho a la estructura musical del porro pelayero, por estudiosos y especialistas en el ramo, nos dejan ver que el Primo Paternina con su cornetín, fue el motor que dinamizó y le dio vida a toda esa creación musical que nació como obra colectiva y que hoy se conoce como porro pelayero.

Volviendo sobre la pregunta que Fortich le hizo al maestro Paternina, por qué no tomó ésta como una hipótesis mas, dentro de las muchas que tenía y así mantener la prudencia y la duda, y no referenciar solo a Alejandro Ramírez como posible autor de esos porros clásicos del folclor pelayero; de igual manera cuando le preguntaba sobre el porro “El Binde”, y el maestro siempre le decía lo mismo “ese porro es mío”. Fortich, siempre me manifestaba que el maestro Paternina no tenía la suficiente estructura ni preparación intelectual para haber compuesto esos porros. El debió partir de esos supuestos o información de primera mano, del propio protagonista de los hechos, y no haberle dado más credibilidad a los comentarios o información generada por terceras personas que, de pronto, no tuvieron nada que ver en los hechos narrados o ajenas totalmente a ellos. En esto no se puede tomar posiciones a la ligera, sin estar los hechos comprobados porque, el investigador puede caer en imprudencias o imprecisiones que mas tarde tiene que rectificar. Con razón alguien decía que: La duda y la prudencia es el otro nombre de la inteligencia, propia de los sabios. Pero, también hay que agregar que: es del ser humano errar pero, es digno de todo hombre rectificar. En esto, estoy seguro que, todos aquellos que compartan conmigo esta reflexión, convocarán a crear, sobre la base de la corrección, una nueva visión sobre los antecedentes y origen del porro pelayero. La ficción de tanto contarse, suplanta en ocasiones, a la realidad; porque el pueblo no puede distinguir entre lo uno y lo otro, si no se le dan a conocer la verdad de los hechos.

La estructura musical del porro no la inventó nadie, es inherente a su misma naturaleza. Toda obra musical tiene implícito unas cualidades y son esas cualidades las que le dan el sello a un estilo propio. Y, ese estilo, propio del porro pelayero, fue el que le dio Leonidas Paternina, el Primo y Leonidas (hijos), y los demás integrantes de la “Banda Ribana”.

“Fortich, señala a Alejandro Ramírez como creador de la estructura del porro pelayero”. Amparo Lotero (1989) ; en el mismo artículo nos dice que el maestro Valencia Salgado describe la estructura del porro pelayero así: “El porro pelayero se inicia con ocho compases de danzas que los viejos pelayeros llaman introducción. Melódica y rítmicamente esta parte se parece mucho a un danzón.. En esta introducción todos los instrumentos entran. Unos para llevar el asunto melódico, y otros para armonizar y llevar el ritmo. Después de estos ocho compases surge lo que llamamos el contrapunteo o diálogo musical entre los instrumentos de voces agudas y graves. Las trompetas preguntan y los bombardinos y clarinetes y trombones responden. Este diálogo se interrumpe con la presencia de los clarinetes que atacan la bozá. Aquí los clarinetes son dominantes. Ofrecen un recital mientras los bombardinos armonizan improvisando acordes sin salirse el tema. Bozá, significa bozal, lazo que amarra. Es en esta parte donde el porro se decanta totalmente. Dicen los pelayeros:” Se amarra el ritmo”. Se hace profundo, hondo! Precisamente en esta parte, el bombero deja de golpear los parches de su instrumento para repiquetear en uno de los laterales de él. La caja y los platillos en este instante, llevan el compás como tratando de copiar onomatopeyicamente brisas, roces de hojas secas, venteo de arroz en balayes campesinos, lluvia menuda…Al finalizar esta segunda parte se repite la obra, según la animación de los danzantes y la inspiración de los músicos. Termina el porro con la misma danza inicial”. Mas adelante señala:” La primera parte, o sea el danzón introductorio, se asemeja a la música europea que bailaban las clases altas. Este danzón no lo baila el pueblo y, mientras suena, los bailarines alistan sus velas (se refiere al fandango). La segunda parte responde a las exigencias del bombo o tambora, instrumento que impone el ritmo africano que lo influye y lo domina. En la tercera parte, cuando los clarinetes dan su recital, nos recuerda el añorante canto de las gaitas indígenas”. Ese danzón se lo introdujeron ellos, contaba el Primo, como un aporte al ritmo o melodía antes de iniciar la pieza musical; y lo tomaron del danzón cubano que habían aprendido a ejecutar por los maestros Coneo y Zamora que se los habían enseñado. Era la melodía que mas se les asemejaba al ritmo o pieza musical y así poder arreglar y darle forma a los ritmos primitivos y a los que sacarían en adelante. O sea, que el porro pelayero tomó parte de los ritmos primitivos, autóctonos, y partes de ritmos foráneos, es decir, fue un proceso con formación ecléctica.

También afirma Fortich, que “el porro fue el producto de una persona con sólida formación musical”. A esto yo pregunto: será que Leonidas Paternina y sus hijos no la tuvieron? El Primo Paternina y sus hermanos leían las partituras de las piezas musicales que sus maestros les enseñaron como: el danzón, polkas, mazurcas, fox-trot, valses y los ritmos caribes propios de la región. O de pronto se refiere a una estructurada formación académica, que, en este caso, tanto Alejandro como el Primo sabían lo mismo: leer y escribir perfectamente, además de los algoritmos elementales de las matemáticas. O es que, según Fortich, había que ser todo un culto y bien dotado académico de los claustros universitarios, para componer un porro, un fandango o una puya? Según esa teoría, ninguno de los grandes juglares de nuestro folclor Caribe, compusieron música autóctona. Ni el Primo Paternina, ni Alejandro Ramírez ni Pablo Garcés escribían música, pero la interpretaban y la ejecutaban al igual que los demás músicos de esa época. Y, es que el porro pelayero no nació de la música escrita sino, de las mentes creativas de la improvisación natural, esa que solo la naturaleza y Dios puede dar!. Los grandes juglares vallenatos también fueron improvisadores y compositores creativos, repentistas, Rafael Escalona, fue un compositor improvisador que relataba los diarios quehaceres de las personas y sus costumbres y describía la morfología geográfica de la naturaleza sin saber escribir música ni ejecutar instrumento alguno. Y, sin embargo sus melodías han sido interpretadas por todo tipo de instrumento musical y toda clase de grupo musical.

El Primo mantenía siempre con él, un librito que tenía por título “A CANTAR”, en donde había descritas piezas musicales con sus respectivas partituras y, al final tenía unos escritos con unos pentagramas; me imagino que de algunos porros o ritmos distintos a estos. Al respecto, el músico José Galván Lugo, nacido en 1919, anota: “Yo no fui Director de banda, pero yo si leía las piezas que mandaba a adquirir a Montería, yo las enseñaba en la banda. Iba donde el maestro Cabezas y le decía que necesitaba un vals, un pasillo, un fox-trot, para tantos instrumentos y él me repetía las piezas. Yo traía los papeles para cada músico; de ahí se ensayaba, se enseñaba, pero cada uno con su papel.(partitura).Es falso que los músicos viejos no supieran leer música , antes se estudiaba la música.” .

Queda claro entonces, que los músicos de la primera banda “La Ribana de San Pelayo”, sí leían música , o partituras musicales en pentagrama, (el Primo hizo algunos intentos por escribir algunas piezas musicales), lo que ocurrió fue que a ellos y, al Primo en particular, no les gustaba ejecutar mucho la música de salón (Europea), que les enseñaron sus maestros (el ritmo que más les gustaba ejecutar era el danzón), sino que querían hacer algo diferente, según lo que ya tenían preestablecido en su mente: los ritmos musicales que su Padre tocaba con su conjunto de gaita o banda incipiente. A él le gustaba improvisar, era un soñador, un romántico y, así como su temperamento; bonachón y espontáneo, fueron sus melodías que dejó impregnadas, a través de la muchas composiciones que él con su Banda, dejaron escritas en la memoria del pueblo Pelayero. Cuando les salía algún “toque” fuera de San Pelayo y, los músicos no tenían dinero para dejar en sus hogares para la comida por los días que estuvieran por fuera, el Primo les avanzaba algo de plata, para que en sus casas cubrieran los gastos mientras ellos volvían del “toque”.

Continuando con el análisis de la estructura del porro pelayero, un gran músico y maestro con formación universitaria, Victoriano Valencia, plantea en su estudio o Tesis de Grado, la clasificación por secciones del porro pelayero, y que William Fortich (2008) ,recoge en un escrito (Al momento de escribir este trabajo no he podido tener a la mano el documento original, por lo que tomo como base las apreciaciones que el señor Fortich hace al respecto),diciendo que, Valencia Rincón, estructura al porro en dos secciones principales:
- la primera la denomina el porro en si, que es la parte introductoria y melódica desarrollada por la trompeta, y
- la segunda, es la “bozá” o parte del clarinete. Aquí el clarinete entra con notas sincopadas, acompañado por los demás instrumentos menos por los tañidos del cuero del tambor y las notas agudas de la trompeta.

Sobre la “bozá” o gustadera, Jorge Martínez Paternina dice que: “ Es un mambo rítmico aplicable a cualquier aire musical, es decir, tonada musical que se respete, especialmente los aires caribeños, contienen en su estructura melódica mambos gustadores que es donde está la sabrosura y el deguste de dicha obra.” .

Para mi entender que no soy músico, cuando el clarinete entra a hacer el solo y el bombardino lo acompaña en su armonía, el ritmo musical del porro no se amarra porque el clarinete lo sigue desarrollando con improvisaciones melódicas, como querer decirle a la trompeta que él es mejor; seguido por los golpes acompasados en la parte superior del bombo por el mango de la porra. Es decir, que no es un bozal lo que se le pone al ritmo del porro sino, más bien una “gozá”, un “deleite” o “gozadera” dominada por el clarinete.

“En términos generales a nivel melódico, dice FORTICH, retomando a Valencia Rincón , las dos secciones del porro campesino, se construyen con frases improvisadas por un solista”.O sea, que esas frases improvisadas son las que se ejecutan por la trompeta y el clarinete. Aquí también se puede agregar al bombardino como instrumento que ha jugado un papel sobresaliente en el acompañamiento de las frases improvisadas… más adelante agrega, “Es también frecuente encontrar, en la “bozá”, en esta sección una o varias frases repetitivas, tipo gaitero y que suprime al coro”. Entre las dos secciones indicadas anteriormente, se encuentra una sección breve, generalmente una frase repetida que posee características de puente, enlace o llamado. Es ejecutada por un trompetista solista o por el grupo de trompetas, cuando el primero informa que ha terminado su exposición y previene a los clarinetes para que realicen su intervención”. El hace un análisis de la estructura del porro, la que divide en dos partes principales y, las que a su vez se van construyendo por improvisaciones por un instrumento solista y que, esas frases improvisadas consecutivas están dadas más que todo por la trompeta. Este fue el instrumento predominante, la guía, la brújula que dirigía la pieza musical y ejecutado por el director de la banda. Estas son algunas de las conclusiones del estudio que hace Valencia Rincón en su Tesis o Trabajo de Grado, dejando claro la predominancia de la trompeta (el cornetín en su momento histórico), en la ejecución y composición del porro, producto de la creatividad repentista del músico pelayero.

L a estructura del porro pelayero se desarrolla o se forma, en el proceso de transición que se dio de la música que interpretaba el conjunto de gaita y tamboras o banda incipiente, dirigida por Leonidas Paternina Martínez y, que después a la muerte de éste, siguieron interpretándola sus hijos con la banda de música de viento que organizaron en el año 1905 pero, que por falta de buenos instrumentos, solo se dio su consolidación real, en el año 1906. Esa primera banda no funcionó bien porque, los instrumentos de música que consiguieron en Lorica por intermedio del maestro Coneo, eran de segunda y estaban muy acabados. Entonces el Primo, con los demás músicos y otras personas del pueblo, decidieron reunir dinero para comprar instrumentos nuevos en Cartagena o en Panamá. Después de reunir el dinero, contaba el Primo, mandaron a Diógenes Galván para que los fuera a comprar. Pasado un buen largo tiempo, apareció Diógenes con los instrumentos y, así, se organizó en firme, la primera banda en el año 1906 por el maestro Manuel Zamora, quien se encontraba en Pelayo enseñándole a tocar a los muchachos de la banda. En este año 1906, fue que tomó el nombre de “Banda Ribana “de San Pelayo, la que tuvo como director a su gestor y líder Primo Paternina Oliveros, quien hizo todo lo posible para que esa Banda fuera una realidad y, así como Director, lo fue hasta el año 1942, es decir duró 36 años como Director de la primera Banda de música que se fundó en Pelayo. Sobre esa primera banda, el periodista e investigador, José Portacio Fontalvo, (1989) nos dice que: “un grupo de entusiastas jóvenes pelayeros, interesados en aprender música, contrataron los servicios del maestro Cartagenero, que vivía en Lorica, Miguel Coneo… Ya aprendidos, se hicieron a sus instrumentos y así fundaron la primera banda de músicos que tuvo San Pelayo, aunque no tuvo nacimiento oficial. Fue el Maestro Manuel Zamora, de Repelón, Atlántico, quien organizó la primera banda folclórica de San Pelayo, llamada “Banda Ribana de San Pelayo”, cuyo primer director fue el maestro pelayero, Primitivo Paternina”… (Primo Paternina).

De esa forma se dieron los hechos sobre el origen de la primera Banda y la compra de los instrumentos musicales. Lo demás que se ha dicho, ha sido producto de la fantasía y la leyenda popular.

El proceso de transición, tiene muchas referencias, entre esas está la de Amparo Lotero , quien dice: “Es entonces cuando se presenta la maravilla que posibilita el ulterior desarrollo del porro: el proceso en el que, aquellos campesinos de gran inspiración, constreñidos a las melodías de rústicos instrumentos, tienen acceso a las bandas para desplegar toda su inmensa creatividad en instrumentos de amplias posibilidades”

“En los actuales estudios del porro no aparece descrito este proceso. Pero, es de suponer que aquellos músicos que sabían interpretar los aires Europeos, ensayaron con la música autóctona y que, al mismo tiempo, los ejecutantes de gaitas, tamboras y pitos, iniciaron su contacto con los instrumentos metálicos de las bandas. Este cambio dio como resultado, un gran enriquecimiento de los ritmos propios de la costa Atlántica, entre ellos el porro. ”Esta transformación del porro primitivo, ocurre de manera especial en San Pelayo. En este pueblo… se moldea un porro con estructura especial (propia) que se conoce como porro pelayero o porro palitiao” .
Aquí es bueno anotar la interpretación de un porro pelayero o palitiao, por un grupo de jóvenes gaiteros de San Pelayo y, el cual fue grabado por Procultura en un disco de larga duración; ese disco o porro se llama: “Lamento del pito cabezaecera” . Los instrumentos de percusión que se utilizaban para la interpretación del porro palitiao eran; redoblante, bombo macho y bombo hembra. Algunos investigadores le dan el nombre de gaita con ritmo lento, al porro pelayero, en donde el aro del bombo es golpeado por dos palitos los que llevan el ritmo a manera de cencerro .

Creo necesario resaltar un documental presentado en un programa por TELECARIBE (mayo 4 de 2009), por unos investigadores del folclor Caribe, en donde destacan la presentación de un grupo de música folclórica de Puerto Escondido (Córdoba) y, en el cual su Director, un señor octogenario, manifestó que, ellos empezaron ejecutando o tocando porros. Entre los instrumentos estaban gaitas, tamboras o bombos, maracas, y uno formado por una caja de madera a la que le agregaron unos zunchos o láminas metálicas que, al toque de su ejecutante salían sonidos graves, esa es “La Marímbula”, que armoniza como un bajo de guitarra, el ritmo musical.

Cuando se afirma que no existen estudios sobre el proceso de transición de la música interpretada con instrumentos rústicos, a la música de banda de viento, interpretada por instrumentos metálicos de origen europeos, fue que de pronto, creo yo, algunos investigadores de la música pelayera no se adentraron a escudriñar el pasado o la historia de ese proceso; y ello ha traído tergiversaciones y diversas interpretaciones sobre los verdaderos orígenes del Porro pelayero.

Cuando William Fortich le preguntaba al Primo Paternina sobre la autoría de los porros pelayeros, éste siempre le respondía que eran de él pero, aquel jamás le creyó porque, según su apreciación, el Primo no tenía la suficiente estructura o sólida formación musical para inspirarse y hacer esos porros. Una vez Silvano Paternina, le reclamó en San Pelayo delante de su tío y músico legendario Gil Guerra (años 80), sobre el por qué había hecho comentario por la radio, diciendo que los porros el “Binde”, “La Mona Carolina”, eran de Alejandro Ramírez y él le respondió que así se lo habían contado, a lo que Gil le replicó y le dijo que no, que esos porros eran del Primo. Este episodio ha sido repetitivo con muchas personas del pueblo, descendientes o no de la familia Paternina.; o es que de pronto piensa, que el porro pelayero fue producto de los tonos y acordes de una guitarra? Por ejemplo, en un artículo que recientemente escribió , manifiesta lo siguiente: “Está demostrado hasta la saciedad que Alejandro Ramírez Ayazo, Pablo Garcés Pérez y los músicos de las bandas “Ribana y Bajera” de San Pelayo, son los compositores de estas obras”…Aquí se observa claramente que el protagonismo se lo sigue dando a otras personas y no a la que verdaderamente lo merece. El Primo Paternina ha sido ignorado por Fortich como pionero e impulsor del folclor pelayero y le ha dado un trato de quinta categoría, como algo que no ha merecido estar en el sitio que se merece: en el pináculo de la fama de la música pelayera. Al igual que otras familias de músicos, nativas de San Pelayo y que hoy día, son olvidados por quienes lideran e impulsan el Festival del Porro Pelayero.

La gran obra musical que el Primo dejó, no la podrán borrar de un plumazo aquellos que, sin ser cultos en la materia y, que por cualquier razón, han pretendido obscurecer la gloria de su semblanza como impulsor y pionero del folclor pelayero.

Nuestros músicos y compositores fueron creativos, improvisadores, aunque leían en el pentagrama y ejecutaban algunas piezas musicales con partituras, se fueron mas por el oído musical, por lo que les decía su inspiración creativa, y no se dejaron llevar por la clásica formación Europea . El Primo contaba que ellos tocaban valses, polkas, mazurcas, fox-trot, danzones, pasillos, marchas, ritmos estos que aprendieron de los maestros que les enseñaron a leer el pentagrama para poder interpretarlos pero, mas que todo lo hacían cuando tocaban bailes de salones y fiestas familiares y en clubes sociales, en Montería, sabanas de Bolívar, Sucre y Cartagena; pero que lo de ellos era, el porro, el fandango, la puya y el danzón.

La estructura musical, no ha sido creada ni inventada por nadie, ella ha estado siempre en los distintos ritmos musicales. El estudio hecho por Valencia Rincón, le da validez técnica y científica, al proceso histórico musical que se llevó a cabo en el municipio de San Pelayo. Esto es corroborado también por otros grandes músicos formados en la academia universitaria como Arlington Pardo.

Si partimos del principio de correspondencia, en donde tenemos que mirar de lo más simple a lo más complejo, no se puede decir que fulano de tal fue el creador de la estructura del porro, esto ya lo hemos planteado pero, aquí es bueno añadir que, es como si dijéramos que Marx, fue el creador de la lucha de clases. No, él lo que hizo fue descubrir ese proceso, fruto de unas relaciones sociales de producción. De igual manera sucedió con el porro, cuando el maestro Guillermo Valencia Salgado, descubre y describe de una forma magistral, con una prosa sin igual, la estructura musical del porro pelayero; después su hijo lo hace técnica y científicamente.

Ahora, esa estructura surgió cuando los distintos instrumentos musicales se relacionaron unos con otros, cuando unos preguntaban y otros respondían, cuando otros querían callar y dominar a los demás y, cuando por fin, el que iniciaba la melodía, retomaba las riendas del ritmo, y ponía punto final a la pieza musical. En eso no hubo nada predeterminado. Por lo tanto, no se puede decir que alguien fue el creador de esa estructura musical.

Nadie dijo ni lo dejó escrito, voy a hacer esto de esta forma, o voy a crear esto según este modelo no, la creación de esa estructura fue algo espontánea ajena a la voluntad de los músicos, que quedó impresa en el mismo momento de la inspiración creativa. No hay un documento que diga lo contrario, ni lo habrá, porque el porro pelayero no nació escrito, solamente dejó su huella en los recuerdos imperecederos del pueblo que lo vio nacer. Ahora es cuando los investigadores empíricos y académicos, han descubierto y dividido las composiciones musicales en estructuras o partes de los mismos. Han descubierto unos rasgos comunes.

El Primo Paternina, cuando componía los porros, lo hacia ejecutando su cornetín sin tener en cuenta las distintas desagregaciones que hoy día le imputan los folcloristas e investigadores de la música. El ejecutaba la melodía con una fuerza e inspiración tal que, las notas musicales salían como creación Divina inspiradas por una fuerza sobrenatural.

La práctica cotidiana nos ha enseñado que el mundo tiene existencia objetiva, independientemente de la conciencia, de sus sensaciones y deseos.

Si se analizan esos rasgos que componen la estructura del porro pelayero, se puede decir, haciendo abstracción de ello, que esas partes comunes que los unen, son el resultado de una sola inspiración creativa pero, que el colectivo tuvo sus aportes en dicha creación. Esos rasgos inherentes en el porro pelayero, no nacieron como algo predeterminado por los deseos de sus compositores; ello se dio ajeno de su voluntad, además de tener una existencia objetiva independientemente de su conciencia.

La inspiración creativa, de la que nació el porro pelayero, fue dialéctica, ella se desarrollaba sin cesar, no admitía moldes, patrones ni estereotipos de ninguna clase. No hubo ni había una receta preparada para hacerlo.Brotaba como el agua cristalina de una fuente Divina. Esos rasgos que son comunes en el porro pelayero, pueden ser: (Esto basándome en el análisis de la estructura que hace Valencia Rincón)

- La trompeta inicia el porro con un danzón,
- La trompeta domina casi todo el repertorio de la obra musical,
- La trompeta hace un interludio para que entre el solo de clarinete,
- El bombardino armoniza casi toda la pieza musical,
- La trompeta, dueña y ama del ritmo, retoma el curso del mismo y da por finalizada la obra musical.

Haciendo una deducción general y, retomando el estudio de Valencia Rincón, se puede inferir que, fue el músico con su trompeta o cornetín, inspirado en la naturaleza y, aprovechando sus dotes creativas, junto con el colectivo de la banda, el que dio origen al porro pelayero y no el clarinete, aunque este al igual que el bombardino, juegue papel importante en la ejecución del mismo.

Otro de los planteamientos de Fortich, entre los muchos que tiene sobre la genealogía del porro y su desarrollo, es que da distintas fechas sobre la organización de la primera Banda de músicos en San Pelayo. Por ejemplo; dice que la Banda pionera se formó entre el año 1902 y 1903 , con instrumentos remendados y, que el grupo de músicos se presentó por primera vez en el barrio Wilches de Cereté; después, en otro escrito , plantea que :…”Según nuestras fuentes, en este 2005 se están cumpliendo cien (100) años, (o sea desde 1905), desde cuando José Lugo Espinosa y Samuel Herrera, dos Loriqueros traídos especialmente por los organizadores de los fandangos de pascua, fundaron la “Banda Ribana” de San Pelayo. ¡Por Dios! De dónde saca esto? Y Por qué? No dice quien fue su Director ni cómo su organización! ... Es decir, Fortich no tiene claro el año en que se fundó la primera Banda en Pelayo ni quienes sus organizadores.

Retomando una frase que una noche escuché en un homenaje que se le hacía al gran músico pelayero y compositor Arlington Pardo, “Afortunadamente Dios escribe derecho en medio de tantas líneas curvas”; hoy día, el hombre apoyado en la ciencia y la tecnología y, con las teorías y enseñanzas que le brinda la Academia Universitaria, y aplicando esos aprendizajes, realiza descubrimientos que concuerdan con unos hechos históricos que han estado latentes en los recuerdos de las personas, como algo que forma parte de esa realidad histórica pero que, por otro lado, la han tergiversado.

La narrativa de nuestros abuelos no fue muy fluida pero, dentro de esa parquedad, dejaron sentadas las bases para que nosotros después, la diéramos a conocer. No se puede mitificar algo que fue real. El imaginario del hombre debe salir de una realidad y no de una leyenda. La acción es previa a la reacción y no lo contrario. La verdad sobre algo no se debe plagiar o esconder, ni menos tergiversar porque, ella deja sus huellas y tiene sus “genes” y, a través de estos, tarde o temprano, se da la legitimación de ella.

Un hijo del” Compae Goyo”, Victoriano Valencia Rincón, músico graduado en la Universidad, hizo un pormenorizado estudio técnico del porro pelayero y descubrió analizando su estructura, que solo un músico pudo haber generado esa creación musical: el director de banda o músico mayor y, solo un instrumento pudo liderar esas tonadas, la trompeta (cornetín) acompañada por el bombardino y el clarinete. Con este análisis hecho por este gran maestro, queda claro, de una vez por todas, las disquisiciones generadas sobre la creación de los porros pelayeros y sus verdaderos autores.

Cuando un investigador o historiador, pone en duda un hecho, narrado por los mismos protagonistas, cuando antepone o pone por encima de ellos sus juicios subjetivos, en donde la valoración es mirada según lo que él piensa o supone como persona y no como investigador; cuando eso es así, se llega a producir juicios especulativos, que hacen daño al individuo o grupo protagonista de la historia y, a la vez, el investigador, pierde credibilidad cuando el devenir del tiempo y de los hechos, demuestran lo contrario.

El ser humano es dado a errar pero, cuando se da cuenta de ello, es dignificante para él, rectificar. Esperamos que, mas temprano que tarde, esa rectificación se de, para el bien del folclor pelayero, para las presentes y futuras generaciones y, así demuestren pertenencia y hagan suyo ese patrimonio histórico, valoren y les inculquen a sus hijos, los verdaderos hechos que antecedieron y dieron origen al porro pelayero; y no se siga ignorando y mancillando el buen nombre y la gloria que, con honor e hidalguía ostentaron por mucho tiempo, esos grandes hijos de San Pelayo y pioneros del porro pelayero: el Primo Paternina, su Padre Leonidas y sus Hermanos.